dos x dos, x cuatro, x ocho...un enlace exponencial.
Es más, en el arranque que nos desplaza siempre hay un anhelo ligero, como de brincar al ritmo y la amenaza del error planeando nuestros pies que temen tropezar. Mis pasos siguen en este video un ritmo cuadrado y simultáneo paralelo a los de Coco. Aquí mi amiga disfruta de la compañía y de la sincronía de nuestro andar tarareando una cantinela.
Polifonía gestual improvisada, voilà la chanson!