Resumen

El ejercicio ADE Actos de Escucha, se centra principalmente en detectar tableaux improvisados de la vida urbana en los que la autora percibe y recrea al mismo tiempo una situación de escucha.

Son estos eventos los que dan la orden del "rec" a la cámara y en función a ellos se desarrolla la imagen pero no como sucede habitualmente, donde el predominio de la visión es ocularcentrista. 

La manera de recortar los fragmentos de la realidad guarda relación con cierta memoria cinematográfica. Con la cámara en mano se registra en tiempo real "ready-mades acústicos" encontrados en los paseos siempre bajo ciertos parámetros estéticos (uso del b/n, encuadre estático, enfoque nítido). Así se seleccionan escenas cotidianas que tienen como objetivo encarnar la función del artista en su nuevo rol de público. Será el papel de audiencia quien enmarque y reproduzca la realidad que contempla, siendo un ente activo productor de la misma. 
Con estos objetivos se trata de extraer pequeños mosaicos en los que la figura del creador no es tanto una figura autónoma y desplazada sino que pasa conscientemente a ser un modo de población significante, un lector que favorece la construcción auditiva y la consciencia de la misma.

ADE 14

8. Junio. 2013. OperadHoy. Teatros del Canal

ADE 13

8. Junio. 2013. OperadHoy. Teatros del Canal


Un músico maltrata las teclas dictado por la partitura. En su énfasis algunas hojas caen. Un espectador se apresura a hacerle de atril ayudándole a sostener los pentagramas.


ADE 12

8. Junio. 2013. OperadHoy. Teatros del Canal







Un espectador jóven se sitúa junto al compositor Jose María Sánchez Verdú, para seguirle e imitarle mientras dirije.
En la performance la audiencia puede deambular por la sala mientras de un lado y otro, en las cuatro esquinas suceden las interpretaciones musicales. Muchos niños había en la Ópera Atlas.

ADE 10

25. Abril. 2013. Banco frente al museo Thissen


Mis bancos públicos. Ramón Gómez de la Serna (Nuevas paginas de mi vida, pp.47)

Mis queridos bancos y mis queridas sillas de jardín, sembrados por todo el mundo: hoy ha llegado la hora de la divagación y de la letanía.
No estáis en los poetas, aunque parezca que os han aludido mucho, y por eso el prosista os tiene que dedicar una glosa apologética.
Conté siempre con vosotros para el amor y para los sueños de amor. Sólo merece un noble amor sin añagaza citar a la mujer en tal banco de tal jardín, pero hay veces que no se sabe cómo dar la cita.
Tenemos fijo el banco señalado, pero no encontramos la manera de hacer la invitación y llevaremos en la memoria bancos o sillas de hierro escondidos al final de las avenidas de árboles, inútilmente solitarios, con la cruz rememoratoria de la ausencia, cerca de ellos.
Los bancos son, sobre todo, desengañadores. Hay que hacer resumen de una larga vida para comprender que estuvieron vacíos cuando quisimos que estuviesen llenos, plenitud que sólo se logra con la pareja de dos en compañía, porque sólo así son la suprema elocuencia de la vida. Cuando están solos nos vuelven elegíacos y nos gastan bromas macabras, como que se llenen de sol, de pronto, cuando estaban en la más dulce sombra.
Bancos del no poder ir más allá, encallados en la arena de las playas de tierra adentro.
Se flota en ellos sobre embarcaderos del destino que muestran sus misteriosas alas debajo de sus tablones entreabiertos.
Sí, ya estamos a salvo de la familia, de los amigos solemnes de la casa, ya podemos decirnos lo que queramos en medio de esta reunión de bancos, que nos juzgarán con el criterio libre de los bancos reunidos al caso.
- ¿Nos podremos citar otra vez aquí mismo?
- Yo acudiré siempre, pero si tú no estás, esto estará más vacío y se notará más su soledad por su reunión de dos con hojas secas.
Como el futuro no es de nadie, nos apretaremos más en el ángulo de los bancos adunados, procurando marcarlos con nuestros nombres. Ese es el momento náufrago en que la navaja graba un nombre o sólo dos iniciales en el banco que puede quedar solo para siempre, marchando a la deriva por entre otras parejas a las que no dejaron enlazarse libremente.
Conozco bancos de jardín que están lejos de todo y frente a los que no podrá pasar ese viejo tío que denuncia después lo que vio.
Son bancos de fin del mundo que sólo podrá atisbar otra pareja en huida que quiera estar libre de todo temor y que se siente en otro lateral.

ADE 7

31. Marzo. 2013. Plaza Mayor


ADE 6

30. Marzo. 2013. Parque del Capricho


Playright

Madre (hablando de fondo):
-"Todo lo que es artístico..."

Niña:
- ¡Una casa con piscina!, qué molona es la casa...
es obra de una princesa

Madre:
- ¿Pero habéis visto la pintura de la pared?,
¿esto era de una princesa?

Niña:
-Sí. Que ya se ha hundido


ADE 3

23. Febrero. 2013. Museo Reina Sofía


 
  
Secuencia grabada a ciegas. 

Ver una estampa en desequilibrio, una extraña sensación de pesos de alturas de distancias nuevas. Ver colores intensos; rojo y naranja, azul, negro. Captar señales sonoras, escuchar frases y sentir miedo, al principio. Luego respirando volver a confiar en el espacio y en silencio percibir la voz de Jaume.

Prueba de lazarillo propuesta por los Torreznos durante el laboratorio de Teatralidades Expandidas. Consiste en ir de dos en dos deambulando por el Reina Sofía cogidos de la mano, uno guía al otro que avanza ciego. Al final del trayecto contamos la experiencia a un nuevo espectador, el cual si se ofrece, puede transmitir su escucha nuevamente en la sala de protocolo junto al grupo.

ADE 2


17. Febrero. 2013. ARCO

Recinto ferial, último día abierto al público.
A las 8pm comienza a evacuarse al personal visitante de los pabellones 8 y 10 de IFEMA. A esta hora coincide mi recorrido con el del video de la artista Itziar Okariz, que se encuentra representando la galería Carreras Múgica de Bilbao. En este instante comienza la cuenta atrás para salir del recinto. Sin más, espero que la llamada de megafonía reitere el mensaje que la propia artista dicta. No podemos percibir lo que ella escucha a través de sus cascos, no sabemos si repite una letanía o si corresponde lo que oye con sus palabras. Lo que todo nos indica, como espectadores, esque la función ha acabado y que debemos abandonar el escenario. Los números en el suelo parecen estar indicando esta sucesión de tiempo, un pasillo hacia la salida de la exposición, y quizás una invitación (o no) para regresar el próximo año, pero desde que los cuadros hablan, nos dicen muy claro que el papel del oyente, del que guarda y aguarda al arte, ha llegado.



ADE 1

9. Febrero. 2013. Fundación Juan March


Escuchando a Capella de Ministrers

Madrid es una ciudad en donde tomar un café degustando un buen "hilo musical" no es solo misión imposible sino que cuando se encuentra aleluya!, podemos dar infinitas gracias.
Nuestros bares que constituyen la fuente de la comunidad, un lugar base de nuestras relaciones con los otros, imponen la automática costumbre de encender el televisor 24h como un mantra o fondo continuado y por qué no, en ocasiones añadiendo una cadena de radio simultánea.
Estos medios arrojan sobre nuestros oídos las voces y las músicas más insoportables y martilleantes. Las personas siempre parecen tolerantes, resignadas. El griterio público que aceptamos de diario es un run-run de fondo familiar, doméstico, cercano.

Las actividades que se proponen en muchos bares de nuestro territorio (antaño lugar de reuniones para tejer conversaciones), hoy son del todo espacios donde se recluta al oyente por medio de las pantallas planas. Y en este espacio donde el futbol impone su norma en los timpanos, comienza el espectáculo para el adoctrinamiento actoral de la sociedad. Estos espacios son cómplices de vacuidad en la escuela de aislamiento y uniformidad que nos rodea.

Un momento insólito tiene lugar en el café de la fundación Juan March, un espacio contigüo a la representación de los conciertos. Me encuentro en un lugar acondicionado para espectadores retrasados (entiéndase bien, con la hora) o que se han quedado sin asiento en el auditorio. Entro y contemplo un lugar callado, en el que el público mira sereno la pantalla que se ha instalado sincronizada al espectáculo.
Observo cómo en mutismo y actitud respetuosa todos los presentes escuchan sin molestar a nadie que quiera ver el video-streaming, desayunar o leer. Más que abstenerse o constreñirse de comentarios, hablan bajo.

Si tenemos en mente cualquier cafetería que transmite en directo los partidos de futbol, la MTVe o las tertulias del corazón encontramos una situación sonora de voltaje crispante, chirriante. Madrid es un infierno de ruido. En las cafeterías incluso en las más elegantes, más finas o "snobs" el diseño acústico es nulo. Aquí, en la capital hay sordera, tapón congénito o ignorancia supina con respecto a los efectos que el sonido puede tener en el cuerpo. Vivimos mal por esto, no podemos estudiar, conversar a medio tono o leer en las cafeterías.

Movimiento


"La presencia de la noción de imagen sonora, da muestras de la transformación que ha hecho de la música acontecimiento, presencia sonora en movimiento. No obstante, a pesar de estos intentos explicativos, se debe reconocer que la escucha de la música hoy, persiste en una especie de exterioridad. Esta exterioridad a la que apunta la escucha del afuera, tal vez no sea más que el indicador que anuncia que esta transformación aún está en curso, que la sensibilidad y la percepción aún no pueden dar cuenta de una evolución sonora que no cesa. Y es que esta escucha del afuera no está de hecho ni dentro ni fuera, simplemente está en movimiento".

Carmen Pardo