El ejercicio ADE Actos de Escucha, se
centra principalmente en detectar tableaux
improvisados de la vida urbana en los que la autora percibe y recrea al mismo tiempo una situación de escucha.
Son estos eventos los que dan la orden del "rec" a la cámara y en función a
ellos se desarrolla la imagen pero no como sucede habitualmente, donde el
predominio de la visión es ocularcentrista.
La manera de recortar los fragmentos de la realidad guarda relación con cierta memoria cinematográfica. Con la cámara en mano se registra en tiempo real "ready-mades acústicos" encontrados en los paseos siempre bajo ciertos parámetros estéticos (uso del b/n, encuadre estático, enfoque nítido). Así se seleccionan escenas cotidianas que tienen como objetivo encarnar la función del artista en su nuevo rol de público. Será el papel de audiencia quien enmarque y reproduzca la realidad que contempla, siendo un ente activo productor de la misma. Con estos objetivos se trata de extraer pequeños mosaicos en los que la figura del creador no es tanto una figura autónoma y desplazada sino que pasa conscientemente a ser un modo de población significante, un lector que favorece la construcción auditiva y la consciencia de la misma.